La Realidad Virtual (VR) ofrece una herramienta innovadora y segura para la formación médica, permitiendo a estudiantes y profesionales practicar procedimientos complejos, explorar el cuerpo humano en 3D y enfrentar simulaciones clínicas sin riesgos.

Una de las principales ventajas de la formación en RV es la posibilidad de repetir procedimientos tantas veces como sea necesario, lo que permite a los estudiantes perfeccionar sus técnicas a su propio ritmo. También les permite experimentar situaciones clínicas de alta complejidad, como emergencias médicas o cirugías críticas, desarrollando no solo habilidades técnicas, sino también la toma de decisiones, la gestión del estrés y el trabajo en equipo.

Para los médicos en ejercicio, la realidad virtual es una herramienta poderosa para el desarrollo profesional continuo. Proporciona acceso a nuevas técnicas quirúrgicas, familiarización con equipos médicos avanzados y capacitación sobre protocolos clínicos actualizados, todo ello sin interrumpir la práctica diaria. La simulación inmersiva también ayuda a mejorar la precisión y reducir los errores médicos, lo que repercute directamente en la calidad de la atención al paciente.